¿Qué hago yo cuando mis labios han sido quemados por el frío?
¿Qué hago yo con éste amor mío?
¿Qué hago si llegando de viaje se me pierde el equipaje y empieza a llover?
¿Qué hago yo si hasta las uñas de nervios me puedo comer?
¿Por qué el mundo no vive sin respirar?
¿Por qué me embriagaría con besos y sal?
¿Por qué ya no se ven corazones llenos de flores?
¿Por qué hoy es Agosto y no me quedan razones?
Con tantas preguntas
se me quedan cortas las respuestas,
hay tanta gente llena de maldad
a la que ni se le ve la cabeza.
Podría utilizar 100 años,
gastar 100 diarios,
besar 1000 labios,
y aun así no llegaría al fin.