Sentada en el terminal
veía a la gente pasar,
mientras yo sentada esperaba
a una amiga abrir sus alas.
A mi lado una Señora y sus dos hijas,
las trataba bien solo cuando las veía.
Las 3 sin nada, ni un suéter,
y me tocaba hacer el corazón mas fuerte.
Sentada en el terminal seguía viendo
de uno en uno a mil pasajeros,
tristes, agobiados, felices, cansados,
miles de hombres tomados de la mano.